jueves, agosto 10, 2006

acordate

Todos mis movimientos estaban perfectamente ajustados a la situación, manos tranquilas, risa suave, cigarros oportunamente encendidos, humo estrategicamente exhalado. Perfecto.
Te acercaste porque me pegué a un conocido en común, que no podías dejar de saludar porque es un buen fan, me saludaste. De ahí en más no dejamos de mirarnos y yo tenía la certeza que era porque tenía puesta mi camiseta favorita, de hecho fué lo primero que me dijise (-buena onda tu camiseta eh?) . Cruzamos tres boludeces y como me hacía pis corrí al baño puteando en varios idiomas. Una vez en el baño (luego de mear) y frente al espejo, antes de salir a buscarte, pensé: si no estás en el mismo lugar donde estabas, ya fué, no va a pasar nada...
No estabas, y mis manos de golpe nerviosas, risa entrecortada, cigarros descontrolados, humo molesto. Una mierda, me quería ir, pero sonó un tema de esos que no podés dejar de cantar a los gritos y abrazarte con desconocidos como si fueran de toda la vida porque te invitaron una birra? si. Y volviste gritando con una cerveza caliente y sin gas, que me ofreciste y tomé porque me gustás, y porque quería irme con vos a cualquier parte.
Después de un rato de hablar, así como hablan los borrachos, escupiendo y al oído, te pregunté si querías dormir conmigo... ya fué, nos fuimos a tu casa. Llegamos y te fuiste directamente a la cama, te miré dormir toda la noche, acordate.
Mis dichos frente al espejo se cumplieron, la puta madre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y que pasó cuando se desperto??

Anónimo dijo...

si...

me acuerdo...

es muy cierto todo eso... y que se Repita...

saludos!