viernes, marzo 12, 2010

Error número 8

No controlé ningún movimiento, nosé lo que dije, me confundí, dí el mal paso. Traté de ponerle palabras extrañas a lo más simple que tenía para decir, pero no pude y dibujé la situación, la dibujé muy mal, nosé dibujar (que boluda, que boluda soy). Y caí muy hondo, y perdí el tiempo y te perdí, justo cuando te había encontrado. Posiblemente los rayos no me ayuden una segunda vez, y el ritual no funcione más... y te pierda para siempre. No puedo disfrutarte en tu estado puro, el que más me gusta, natural. Eso me aleja, tanto, que no puedo verte. Estoy ciega, no veo tus manos, no decodifico los mensajes, no respiro, me quitaste el aire, te llevaste mis pulmones y los vendiste por un poco de orgullo, el que ahora te sobra y juega conmigo. Yo también jugué y perdí (insisto con esto, estoy vomitando), pero pude disfrutar por algún momento la sensación de felicidad que me regalaste y se siente tan bien... tan bien que pude creer en Dios y en los dias perfectos. Ya no más Dios, ya no más cielo, ni colores, ni una mierda, que asco... doy asco.

Jurame que no sentiste lo mismo, jurame que estás bien ahora,
JURALO. Habláme, decime que te controlaste mejor que yo y que mataste al enano puto que te decia ¨hacelo, hacelo¨, bien, yo no pude, yo no lo mate, me dio lástima, pero si te juro que no me queda nada por hacer y eso me mantiene en pie, eso me deja escribir, pensarte y seguir queriéndote como el primer dia, ese primer día cuando yo todavía no era asquerosamente cursi como ahora... ¿qué hiciste conmigo?.

El silencio de mierda me rompe la cabeza, y quiero escupir todo lo que me dijiste alguna vez al oido, y todo lo que no me dijiste, pero está en tu cabeza. ¿Puedo esperar a que hagas algo? o es como creer que a los muertos no se los comen los gusanos?

Te invito a mirar una peli, la que quieras, no hables, solo dame la mano.

jueves, marzo 11, 2010

Basta.

Un dia extraño, especialmente raro, descontroladamente felíz. Quedamos con una gente amiga para ir a tomar algo y tenía que pasar a buscarte. Había llegado la hora... me había puesto la remera nueva, pero la cambié para no delatarme sola... es que no había motivos aparentes para que la estrenara (para mí sí). Me pasé con el perfume y el pelo quedo un desastre, las canas más jóvenes asomaban con alegría, destacándose por sobre el resto del pelo. Mis zapatillas favoritas estaban mojadas, la lluvia de la mañana se había encargado de dejarlas asquerosas, entonces me puse otras, que me aprietan los pies al caminar, porque no son mi número (las compre porque estaban baratas). Preparada, lista, entonces salí.
La gente me miraba, es que llevaba una sonrisa que no se me borraba de la cara. Caminaba, cantando esa canción que nos gusta mucho. LLegué al punto de encuentro. Vos y yo, nadie más! que extraño... las personas que tenían que llegar nunca llegaron, y eso era muy raro, pero no nos dimos cuenta porque reíamos con solo mirarnos (es esquerosamente cursi, pero es la verdad). Habían pasado 2 horas y las miradas decían más que nuestras palabras... si, si, me gustás, date cuenta de una puta vez!!!
Bien, las señales eran claras, era esta noche. Tomé la iniciativa milagrosamente y te dije de ir a tomar algo a otro lugar, dudé por un momento, porque tardaste en contestar, pero ese SI, fue el mas musical que escuché en toda mi vida... sabía la respuesta, pero siempre me engañás, y dudo... te odio cuando hacés esas cosas, pero es lo que más me gusta que hagas...
LLegamos a un bar donde la música que sonaba era PERFECTA, había gente rara y linda que bailaba raro y lindo (lógico), y vestían muy bien, hasta nos sonreían y nos invitaban cervezas, una locura... Hablé de mí un largo rato, pero esta vez me pareció que te importaba por demás, me mirabas detenidamente a los ojos y cuando no lo hacías mirabas mis manos, que locas ayudaban mi discurso enfermo. Te dije todo tratando de no dar lástima, te dije que te quería como nunca a nadie antes... y vos en silencio, escuchabas, y mientras mas te decía, más me arrepentía y me acobardaba. Pensé, ¨ya lo dije todo, qué más?
Esperé ver tu espalda pasar por la puerta, mientras que tu brazo violento por la puta confesión la cerraba con ira. Esperé que me dijeras ¨entendiste todo muy mal¨ que me empujaras diciendo: ¨estas loca??¨ o la frase (que este año quiero tatuarme en el culo) ¨sos mi amiga, sabés que te quiero...¨ que mierda, que mierdaaa!!!
Como no decías nada de nada, y perdido por perdido, te conté que la primera vez que te ví, sentí que las piernas se aflojaban y las manos no dejaban de moverse, nerviosas, estúpidas y torpes, si, los gusanos dejaron de ser gusanos y convertidos en mariposas, se instalaron en mi estómago... ah! y un Pac Man en el cerebro, deborando todo.
Vos te reías, sentí que esta vez no jugarías conmigo (lo repito: sentí que esta vez no jugarías conmigo) y cuando hice 1 minuto de pausa, cuando dejé de hacer el monólogo de mi vida para prender un cigarrillo, sentí tu mano sobre la mía (me sacaste el encendedor), y luego la otra (que quitó el cigarrillo de mi boca...) y luego tus labios dulces, suaves y tibios sobre los mios.
Puto sueño recurrente.
Puto sueño recurrente.
Puto sueño recurrente.
Puto sueño recurrente.
Puto sueño recurrente.
Puto sueño recurrente.
Puto sueño recurrente.
Puto sueño recurrente.
Puto sueño.